Nuestra curiosidad y empeño en ahondar en el texto que recoge lo que se debe enseñar en el sistema educativo vasco desde Primaria hasta Bachiller y que el Departamento de Educación Política Lingüística y Cultura junto con otros agentes estuvieron elaborando dentro del Plan Heziberri 2020 hizo replantearnos una vez más, nuestro papel como maestros/as.
Creímos que después de comenzar una profesión en las que nos enseñaron que el fin último de la educación es dejar un mundo mejor del que encontramos, empezamos a sentir que estábamos sufriendo algún tipo de síndrome “utópico” o alguien tenía un plan maquiavélico para acabar con la sociedad. Llegaba a nuestras manos otra propuesta idealista de mejora en muy poco tiempo y sabiendo que el sistema ya estaba tocando fondo y no veíamos conductas inteligentes sociales como resultados educativos de tanta excelencia e innovación, decidimos buscar la verdad.
Para nosotros, un maestro/a-tutor/a comprometido/a que opta por ejercer su labor debe contar con unas cualidades entre las que destacamos madurez, empatía y poseer una adecuada formación psicopedagógica y ese plan, lo cojas por donde lo cojas, ni es maduro, ni empático con la realidad social y carece de una parte fundamental: la concreción de los medios para llevar a la práctica toda esa teoría psicopedagógica.
Si los que se dedican a escribir documentos de este calibre supiesen lo que significa programar el proceso de enseñanza-aprendizaje, no se hubiese planteado otra “supuesta” mejora de la enseñanza obligatoria a golpe de decreto y aún así, se hizo. Sabemos que hay y siempre ha habido un sector en la profesión a nivel mundial que no se adapta a esta realidad a golpe de «tranquilizantes» y buscamos una forma sana de relacionarnos con ella. Digerir el descubrimiento de la verdad de las cosas requiere un buen trago de coraje.
Consecuentemente reforzamos nuestra apertura ante el aprendizaje continuo, y junto al humor, decidimos averiguar si lo que estábamos haciendo hasta ahora no había servido de nada o si lo que nos planteaban solo era un cuento más, como el «trilingüismo». Reflexionar sobre uno mismo/a y la práctica educativa requiere tiempo, un tiempo, que el estrés y la histeria colectiva por rellenar documentos a propósito de conseguir subvenciones o simplemente cumplir obedientemente las instrucciones que le permite a la política dar estadísticas, tiene como efecto el abandono de la programación real del proceso de enseñanza y aprendizaje y la atención individualizada del alumnado.
Con deciros que tenemos de referencia a personas y pedagogos como Paulo Freire, lo decimos todo.
La cuestión es, que el famoso Plan Heziberri hace hincapié en que una de las acciones claves prioritarias establecidas en el Marco para la cooperación europea en el ámbito de la educación para hacer avanzar las reformas educativas consistía (así aparece en el decreto), en garantizar que se adopten medidas para integrar las aptitudes transversales como son:
- Competencia para la comunicación verbal, no verbal y digital.
- Competencia para aprender a aprender y para pensar.
- Competencia para convivir.
- Competencia para la iniciativa y el espíritu emprendedor.
- Competencia para aprender a SER.
Así que para averiguar la posibilidad de trabajar en una educación basada en competencias nosotros escogimos empezar poco a poco y por el principio y nos preguntamos: ¿Qué nivel de competencia para la comunicación verbal, no verbal y digital, para aprender a aprender y para pensar, para convivir, iniciativa y espíritu emprendedor y competencia para aprender a Ser tenemos nosotros para poderlo enseñar? ¿ Cuáles son las que tienen y demuestran las autoridades “competentes”, que elaboran planes para poner en marcha desde fases tempranas de la educación?
A propósito del Marco para la cooperación europea, Escocia ya se ha hecho eco del fracaso de este modelo de enseñanza basado en competencias y del abandono del mismo. Entre otras razones por la falta de claridad y coherencia del mismo. Aquí, los centros educativos siguen presumiendo de enseñar a aprender a aprender, a pensar etc.
No se está enseñando a pensar con eficacia, con destreza. Pensando infundimos vida al conocimiento, lo ponemos en marcha, lo ponemos a prueba frente a las normas aceptadas, lo ponemos en movimiento para hacer conexiones y comprender profundamente el contenido.
Parece que estas reformas educativas providenciaban lo que iba a ocurrir en el 2020.
La competencia para aprender a SER demanda aprender a ser consciente no solo de los actos y palabras sino de nuestros pensamientos. Cuando somos conscientes del efecto que tienen nos obligan a responsabilizarnos.
Si la única visión que tenemos de nosotros mismos provienen del espejo social (del actual paradigma social y de las opiniones, percepciones y paradigmas de las personas que nos rodean) la concepción que tengamos de nosotros mismos será una imagen reflejada deformada. Imaginad la inocencia de un niño/a cuya incipiente personalidad está surgiendo.
Cuando alguien tiene creencias rígidas, absolutas y desconoce las zonas erróneas de su personalidad suele culpar a los demás o al mundo de sus actos, así estamos como estamos. La disonancia cognitiva que menciona Elsa en el video hace de esta sociedad una sociedad enferma.
Nosotros tratando de mantenernos sanos nos aplicamos lo mismo que tratamos de enseñar: la apertura ante el aprendizaje continuo como un hábito. Entendemos que si hay que responsabilizar a alguien de algo empezamos por analizarnos a nosotros mismos y ver nuestra parte de responsabilidad en el asunto.
Os aseguramos que no hay atajos para desarrollar un buen trabajo y que la investigación en acción en las aulas requiere algo más que voluntad política de mejora. También existen documentos elaborados para detectar la corrupción. ¿ Y ?
De nuevo os animamos a que echen un vistazo a la prensa, a esa cooperación Europea y a los Fondos Sociales Europeos (sin fondo) para proyectos en el ámbito educativo, la salud, la infraestructura, etc. y vean el resultado de tal cooperación. Sin desestimar el resto de prensa nacional e internacional, guerras, vacunas, etc. no tienen desperdicio.
A lo largo de la historia se han cometido muchísimas injusticias y lo que está pasando ahora no es menos.
En cuanto a dar una respuesta educativa a esta situación se hace harto complicado, pero varias razones nos impulsan a escribir estos artículos y divulgar información que pueda ser de ayuda para quien se haga preguntas. En primer lugar, la certeza de que hay que decir la verdad a los niños/as y jóvenes. He aquí el dilema de los padres y madres: Deseamos responder sinceramente a cualquier pregunta delicada, pero al mismo tiempo, pensamos que los niños/as no están preparados para los detalles. Ambas cosas son ciertas; sin embargo, en vez de salirnos por la tangente o responder asépticamente, consideremos primero la información que nosotros somos capaces de asimilar.
Y en segundo lugar, guardamos dentro de nosotros esa niñez que vivimos y la conciencia que tenemos de la influencia de las experiencias de los primeros años de vida así como en la adolescencia en el desarrollo posterior de las personas, nos mueve a poner de manifiesto que la crueldad con la que se ha tratado a los niños y niñas infundiendo el peor de los miedos que tenemos a esta edad: miedo a la distancia, ha generado un daño irreparable en la sociedad.
La psicología es fundamental para poder estudiar todo lo que acontece en la sociedad y ayuda a las personas, cuando es necesario, a hacer frente a la vida y disfrutarla sin limitaciones emocionales. Nosotros, en educación, de la misma manera que enseñamos las partes del todo de un árbol desde el enfoque del aprendizaje basado en el pensamiento, abordamos el cuerpo humano como la suma de todas sus partes, por lo tanto, lo que le ocurre a la mente influye directamente en lo físico, y viceversa. La finalidad es responsabilizarles de su salud integral y que puedan hacerse cargo de la calidad de sus vidas.
Desde la plataforma “Take a seat» nos recuerdan que un terapeuta NO: Intentará arreglarte, darte consejo, decirte lo que hacer, pretender que sabe más que tú, suponer que es lo mejor para ti, tendrá todas las respuestas, hará que lo malo desaparezca.
En cambio, te recordará que no estás roto, te dará un espacio para que puedas acceder a tu sabiduría y te recordará que solo tú sabes lo que es mejor para ti.
Aunque a mucha gente aún le sorprenda, somos supervivientes de la infancia y la adolescencia. Las diferentes investigaciones sobre el apego, el desarrollo sensiomotor, la comunicación, la interacción social ,el lenguaje , las relaciones con los adultos, el juego y más recientemente los comienzos del conocimiento de la mente de los otros nos hace responsables del cuidado, con mucho amor, de esta etapa de la vida.
¿Quién va contarles a los/as niños/as y adolescentes lo que realmente pasó en el 2020 y años posteriores? Ese conocimiento será un Libro peligroso para el poder establecido.
Nosotros sentimos mucho agradecimiento por la colaboración de Elsa, que en sus diferentes roles: mujer, madre, esposa, psicóloga, psicoterapeuta, amiga, ciudadana, hija etc., recuerda su infancia y ha aportado luz, esperanza y conocimiento para el diseño de contenido educativo para la escuela, fundamental para la salud y para aprender a SER mejores personas.
Hoy, compartimos la última parte de la entrevista, que finaliza con un poema de Miquel Martí Pol y que se lo dedicamos con mucho cariño a Elsa y a todas esas personas que luchan por sentirse vivas.
En el próximo articulo abordaremos como la creencia en el anticuado concepto de inteligencia constituye un arma más a favor de quienes quieren secuestrar nuestra posibilidad de aprender a pensar por nosotros mismos/as.
¡ SALUD !
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