Es un hecho que a medida que el mundo se vuelve más y más confuso tendemos a centrarnos únicamente en lo que tenemos justo delante, ignorando el impacto de todos los agentes implicados que en realidad cambian y definen nuestras vidas y como cada vez son más los problemas a los que debemos enfrentarnos, cuando tenemos algo de tiempo libre lo último que queremos es complicarnos la vida , analizando al gobierno , la economía o la legislación así que no es sorprendente que cuando la sigilosa y capitalista biotecnología llegó, no nos diéramos cuenta que había alcanzado un puesto de autoridad que muy pocas sectores han alcanzado y que va a cambiar el curso de la historia de millones y millones de vidas.
Por ello ha sido prioritario para nuestra labor como educadores/as hacernos una imagen completa de la situación y comprender el impacto social y las consecuencias del fenómeno que estamos viviendo para reorientar la educación no solo hacia un modelo de desarrollo sostenible del planeta sino al sostenimiento de una educación basada en el potencial del ser humano para aprender a pensar por sí mismo y no depender de dispositivos que dirijan nuestro pensamiento y comportamiento.
Así que hemos metido en nuestro kit de primeros auxilios: aguja e hilo…
Al igual que el arte de la costura a medida que escucha, planifica, prueba, une, entrelaza con mucha paciencia, y precisión las partes de un todo que será el resultado de un traje que satisface las necesidades individuales de cada persona, en educación, el propósito de determinar la relación entre las partes que contribuyen a un todo nos ayuda a ser más autosuficientes, creativos/as entender mejor el mundo, tomar decisiones y buscar soluciones.
El fenómeno de la “alerta máxima” debida a un virus misterioso, “letal” no es un hecho aislado, es tan solo una parte del complejo problema global al que nos enfrentamos ya hace más de tres décadas con la particularidad de que el avance en tecnologías de la información y comunicación no ha ido al mismo ritmo que la educación de las personas.
Vemos como la educación sigue relegada a ser una mera trasmisora de contenidos, eso sí, contenidos fragmentados, sin conexión, a los que hay que añadir factores adictivos, distractores y muchas veces de dudosa autenticidad.
Ya llevamos 20 años del siglo XXI con sus correspondientes agendas mundiales, en las que se proponen objetivos de sostenibilidad que no son posibles si los que ostentan el poder no están dispuestos a perderlo. Además, instituciones como la OMS que empieza a perder credibilidad por los conflictos de intereses que han visto la luz gracias a que hay voces que se han atrevido a hablar, hacen que el mundo entre en tal “incertidumbre “ global que la solución más inmediata para no enfermar la encontramos en reponsabilizarnos de nuestra propia salud ,¿Cómo?: aprendiendo a Ser críticos/as.
Poca gente se pregunta sobre las afirmaciones que hacen los medios de comunicación, de hecho, muchos simplemente aceptan que lo que leen es cierto por el mero hecho de que está impreso y eso es aplicable, a lo que aparece en internet, a lo que ven en la televisión o lo que la gente cuenta.
A la luz de los acontecimientos, lamentablemente, la ciencia ya no es lo que era, se ha corrompido, como el poder político y creemos que los documentales basados en hechos reales no tardarán en salir a la luz.
De momento compartimos cosas que no le han censurado al doctor Rashid Buttar al que le hemos dado el beneficio de la duda porque toda la información que ha compartido hasta el momento hemos podido contrastarla y tenemos evidencias de que es cierta.
En una de sus publicaciones nos aconseja ver el documental sobre la manipulación de nuestras mentes: Out of shadows
En conclusión, sabemos que la gente no suele dedicar mucho tiempo a esta forma de pensar pero para los/as afortunados/as, que incluso antes del estado de confinamiento buscaban la manera de frenar “la velocidad” con la que vivíamos, mantener los beneficios que ha generado una desaceleración de un ritmo de vida caracterizado por el estrés es nuestra otra receta para mantenernos sanos:
- Simplicidad
- Autenticidad
- Menos materialismo.
Contacta si estás interesado/a en aprender a pensar y educarte de otra manera diferente a la establecida. De acuerdo a la demanda realizaremos formaciones partir del 1 de septiembre durante el fin de semana y de manera presencial, aprender es una forma de ocio.
Nosotros estamos en la tarea de adaptarnos a la nueva Era y no a una “nueva Normalidad” que no existe como tal porque las normas han cambiado y lo saben muy bien quiénes las han hecho “en nombre de nuestra salud” y que se han encargado de difundir esta expresión machaconamente en los medios de comunicación para conseguir sus objetivos: El deseo de las personas de volver a lo que les daba seguridad porque lo nuevo , da miedo, les hace cumplir obedientemente las normas que ni se cuestionan si tienen coherencia o no.
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